Unamuno es uno de los mejores y más inteligentes escritores españoles de los dos últimos siglos. En esta novela lo vuelve a demostrar con creces y lo hace de una forma tan sencilla y, paradójicamente, tan compleja que me deja omnubilado. La historia de una pasión, una enfermiza envidia, la del protagonista, Joaquín, cual Caín, hacia, un Abel, este Sánchez, que se prolongará hasta el límite. Una novela corta pero de una intensidad y profundidad infinitas; poliédrica donde confluyen elementos comunes en la literatura del autor, como espejos de ese país que a ratos adora y a ratos, también le duele, donde el pecado nacional es la envidia. Me ha encantado.
hace 1 año