En esta novela, Elvira Lindo nos cuenta la vida de sus padres, pertenecientes a la generación de los niños de la postguerra, a partir del año 1939.
Empieza la historia hablando la autora en primera persona, cuidando de su padre en el hospital, ya de viejecito. Conocemos su infancia, y los entrañables personajes que le acompañaron en la vida, entre otros: una madre peculiar, una amada esposa y su complicada relación, más cuatro hijos.
También conocemos la infancia y la adolescencia de la autora, pero más bien centrada en sus padres como personajes principales. Y asistimos a un magnífico trabajo de introspección, en el que nos confía secretos muy íntimos. Pero la autora se nos presenta como la gran observadora, la que no juzga, la que tan sólo quiere comprender.
Personalmente, me he sentido identificada en algunas cosas, puesto que yo también soy hija de padres que fueron niños en la postguerra. La infancia del padre se parece bastante a la del mío.
Me ha gustado muchísimo, Elvira Lindo tiene una forma de narrar muy entrañable, todo lo que cuenta lo hace de una manera muy sencilla pero que llega hondo.
Y la guinda del libro son esas bonitas ilustraciones a cargo del hijo de la autora.
hace 3 años
6
-3