El 17 de octubre de 1919 el rey Alfonso XIII, principal impulsor del proyecto de transporte que llevaría su nombre, recorrió el trayecto desde los Cuatro Caminos hasta la Puerta del Sol, entonces el «ombligo del mundo», según Ramón de Mesonero Romanos. Esos casi cuatro kilómetros y ocho estaciones se recorrieron en poco más de ocho minutos, tal y como atestiguaron con asombro periodistas y diarios de la época. Así, Madrid entró en peno derecho en el siglo xx en términos de transporte urbano. Cien años después aquella Compañía Metropolitano Alfonso XIII —hoy, Metro de Madrid, S. A.— recorre casi trescientas estaciones y otros tantos kilómetros desde los Cuatro Caminos hasta su centenario, siendo como en aquella época referencia puntera en una relación habitante-distancia. Lejos de interpretar la historia del ferrocarril metropolitano madrileño, hemos querido mostrarla tal cual, fecha a fecha, dato a dato, acompañándola de fotos, documentos y planos, si no ya inéditos. Este libro no lo intitularemos definitivo como el de los noventa años. Como se ve, el tiempo pasa rápido y las ciencias, en este caso la técnica, adelantan que es una barbaridad.