De la mano de Savater recorremos los rincones célebres y secretos que han servido de inspiración o de escenario a grandes escritores universales.
«Sabremos cada vez menos qué es un ser humano». Libro de las PrevisionesEn un país cuyo nombre no será mencionado se produce algo nunca visto desde el principio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir. La euforia colectiva se desata, pero muy pronto dará paso a...
Este libro elegido por Chávez como regalo para el presidente Obama y símbolo de su primer encuentro relata la historia de América en forma cronológica; mediante relatos cortos, da cuenta de los excesos que cometieron los colonizadores europeos contra los pueblos originarios y del saqueo al que fuero...
Hay hechos reales, dice Verne, que la imaginación no sabría superar. El Motín de la Bounty es el hecho mas novelesco en la historia de la navegación: una tripulación hechizada por la belleza y la dulzura de las islas polinésicas, un motín abordado; el capitán Bligt, abandonado con dieciocho hombres...
El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una ca...
Los alimentos y la alimentación son el tema en el que confluyen los conflictos más relevantes de esta época: la corrupción, el delito, la experimentación científica, la especulación financiera, la debilidad del Estado ante las corporaciones, el cambio climático, el desequilibro ecológico y las convu...
Moby Dick, la novela que William Faulkner hubiera querido escribir, ha alcanzado el reconocimiento y el elogio constante que merece una construcción narrativa impecable. La lucha del capitán Ahab, su terrible obsesión y la mítica persecución de la enorme ballena han traspasado fronteras, consiguiend...
Recopilatorio de cuentos. Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás del velador y yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez. Encendí un cigarril...