Cuando un autor como Gipi nos introduce en una historia, podemos estar seguros de que esta será cualquier cosa menos banal y que dejará una huella en los lectores que quieran adentrarse con atención en sus páginas. Unahistoria se centra en Silvano Landi, un escritor que cae en una crisis esquizofrénica, por lo cual le recluyen en un manicomio. Junto a la suya, se entremezcla la historia de su bisabuelo, que sufrió en sus carnes los rigores de la carnaza humana en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Pero cualquier sinopsis o resumen es estéril. Lo verdaderamente remarcable de Unahistoria es su poderoso pulso narrativo, su simbolismo y el cuidado despliegue gráfico que nos ofrece. El miedo por el paso del tiempo, la obcecación en los mundos ficticios, la enfermedad, la incomunicación... grandes temas universales cobran presencia en sus páginas. Y el dibujo, que oscila entre trazos de tinta negra arremolinados y —hermosísimas— acuarelas difuminadas, impresionistas, termina de redondear Unahistoria. Es una historia oscura, desasosegante, pero que en última instancia cumple lo que debería cumplir toda obra artística de calado: hacernos sentir y dejarnos un poso. (Carlos Cruz, 6 de abril de 2015)
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