A finales de los años veinte, la vida social londinense está en pleno apogeo, pero la aristocrática e irresistible Phryne Fisher se hastía solo de pensar en arreglos florales y conversaciones educadas. Por eso decide que embarcarse rumbo a Australia, su tierra natal, para probar suerte como detective y así escapar del tedio de la alta sociedad inglesa, será algo de lo más emocionante.
En efecto, desde que la intrépida Phryne pisa por primera vez el hotel Windsor, en Melbourne, se ve envuelta en una vertiginosa y entretenidísima trama: esposas envenenadas, estupefacientes, comunistas exaltados y policías corruptos. Por no mencionar los escarceos amorosos con el atractivo bailarín ruso Sasha de Lisse en las vaporosas salas del baño turco de Little Lonsdale Street...