Aquel año el invierno se adelantó. La primera terrible tormenta llegó a las áridas tierras de la Pradera en octubre. Luego nevó sin descanso hasta abril. La nieve llegaba hasta los tejados y ningún tren podía circular para traer comida o carbón. Los habitantes de De Smet, incluida la familia Ingalls, pasan hambre y todos se preguntan como podrán pasar este terrible invierno. Es el joven Almanzo Wilder quien comprende cuales son las medidas que hay que tomar para salvar la ciudad. Él tiene que salvarla aunque tenga que poner su propia vida en peligro.