Cuando Murat Kurnaz, un joven turco de diecinueve años nacido y crecido en Bremen, viajó a principios de octubre de 2001 a Pakistán para estudiar en una escuela coránica no se imaginaba que pasarían más de cinco años antes de que volviese a ver a su familia. Justo en el momento en que se disponía a regresar a Alemania, fue detenido en un puesto de control sin razón alguna. O sí: 3.000 dólares constituyen, en aquel país, una cifra nada despreciable a la que un funcionario de policía no puede resistirse. En 2006 alguien cayó en la cuenta de que era inocente -de hecho, la policía alemana lo sabía desde bastante tiempo atrás, pero nunca hizo nada por salvarlo. En este libro Murat Kurnaz explica su increíble historia. Relata su experiencia en la prisión de Guantánamo de forma conmovedora, a la vez que da una clara imagen de lo que podría denominarse el sistema Guantánamo: un mundo sin justicia, en el que los presos están sometidos despiadadamente al terror y a la arbitrariedad sin que ninguna de las organizaciones que velan por los Derechos Humanos pueda hacer nada.