Resumen

Señor del Mundo (Lord of the World) merece un lugar junto a Un mundo feliz y 1984 entre los clásicos de la distopía de ficción. De hecho, aunque las obras maestras de Huxley y Orwell sean equiparables en valor literario, son claramente inferiores en valor profético. Los dictadores políticos que daban a la novela-pesadilla de Orwell su siniestra potencia ya tuvieron sus días. Sin embargo, la novela-pesadilla de Benson se está haciendo realidad ante nuestros propios ojos.

2 Críticas de los lectores

9

Esto lo tomo de una crítica que he leído y a la que me adhiero totalmente: “Además de servir para recuperar a un autor injustamente olvidado, la obra por su calidad estilística y por el acierto en el tratamiento del tema (lo de menos es que Benson no llegara a imaginar el progreso técnico de nuestros días), merece ser leída. Es un genio a la hora de describir el relativismo filosófico que acabará dominando el pensamiento, así como la paz al precio de la verdad y la justicia o la persecución religiosa en nombre de la tolerancia. Es la sociedad de la eutanasia y del control mental colectivo, de la vida sin problemas pero carente de sentido, del culto vacío… pero también el tiempo en que la Iglesia, terriblemente reducida, ha de dar el postrer testimonio de fidelidad en su Salvador. Quien lea la obra encontrará muchos paralelos y claves para entender lo que hoy sucede y, sin mucho esfuerzo, para comprender la actitud de la Iglesia, acusada de ir contra el mundo cuando es él, lo tomo en el sentido que lo emplea san Juan en el Evangelio, quien se ha alzado contra Dios."

hace 7 años
8

Una distopía interesante, de carácter profético según algunos. Para mí, el mayor valor de esta obra que enfrenta al cristianismo con una ideología ecuménica y unitaria que lo pretende sustituir, es que precisamente Benson anticipa en dicha ideología algo que sucedería años más tarde de ser escrita su novela; el auge y triunfo del comunismo. Los discursos encendidos y cautivadores de "el señor del mundo", su figura entronizada, sus estandartes y parafernalia litúrgica, su mensaje "humanitarista", y las masas enfervorizadas cautivas de su simbolismo, recuerdan perfectamente la imagen de los líderes totalitarios de la primera mitad del siglo XX, pero es en el comunismo donde a mi entender el solapamiento y la anticipación de Benson resulta total. A fin de cuentas el comunismo pretendía un bien supremo para la humanidad. Otros han tratado de ver en esa ideología "humanitarista" que describe Benson una anticipación de los valores de nuestra sociedad actual, pero yo la entiendo excesivamente tolerante, abierta, hedonista, libre..., en suma, relativista, dónde no existe la figura de un mesías ni mucho menos la parafernalia del líder del estilo del que crea Benson- un auténtico anticristo, en suma- para hallar esa correlación. A mí me pareció sumamente interesante. Si además tienes cualquier género de interés en el hecho religioso te resultará una lectura doblemente amena.

hace 9 años