Resumen

Una abuela que calza trabuco y cruza los ríos a caballo, un abuelo que se desangra por amor, las uñas largas y filosas de la loca de la casa: “En la familia de nosotros –dice Graciela Cabal– hay secretos terribles. Yo mucho no puedo enterarme, porque soy chica, porque son secretos y porque son terribles.” Con la implacable y feroz lógica de la infancia, y a través de un humor entre corrosivo y tierno, la niña de Secretos de familia va registrando el inquietante mundo que la rodea. Las complejas y entrañables relaciones familiares, los grandes silencios, los suicidios, la muerte y sus rituales se entrelazan con la vida y el paisaje de un barrio del sur de Buenos Aires en un período que empieza en 1940 y culmina, no por azar, en 1952, con la muerte de Evita. Acaso la mayor conquista de este libro autobiográfico haya sido lograr un verdadero desafío lingüístico: el todo exacto para que la escritura no distorsione, opacándola, la voz de la infancia. Una voz obstinada y poco complaciente que parece haber nacido con el mandato de hurgar en la memoria. En la propia y en la ajena. De eso trata, entre otras cosas, la literatura.