Hace un año que Paul Hirshhausen fue destinado a Tiverton, un pequeño pueblo de Australia Meridional, donde él es el único policia. Hirsh, como todo el mundo le conoce, se ha adaptado a la vida tranquila de la localidad, y tan solo se ocupa de problemas cotidianos como accidentes de coche, encontrar mascotas perdidas o resolver pequeños robos. Ahora, en plena época navideña y bajo el implacable sol de justicia australiano, todo debería continuar igual. Sin embargo, un sangriento y macabro incidente perturba la calma de la localidad. Y no va a ser la única sorpresa desagradable para Hirsh. De repente, toda la aparente bondad de las fiestas desaparece bajo un manto de oscuridad.