No es que Rasmus fuese más perezoso que los demás niños de nueve años. Lo que pasa es que, como era natural en un niño de su edad, odiaba todo lo que le impidiera subirse a los árboles, bañarse en el arroyo o formar con los demas niños bandas de ladrones para quedarse al acecho detrás del almacén cuando alguna de las niñas venía a buscar patatas. Rasmus huye del orfanato para buscar en algún lugar una madre y un padre que le quieran. En ese camino incierto tiene la suerte de encontrarse con Óscar, un vagabundo con el que aprenderá el significado y el valor de palabras como amistad, afecto, experiencia y supervivencia. Edad recomendada: a partir de 9 años.