Tres princesas, dos ladronzuelos traviesos, un príncipe, elfos académicos, un encantador goblin y muchos cachorritos de dragón os esperan en esta gran aventura. Continuamos las hazañas de nuestras tres princesas dragón preferidas: la aventurera y valiente Bamba que combina su vestido de princesa con leggins y deportivas; Koko, la princesa rebelde con unos modales no muy refinados y que viste un estilo muy rockero y Nuna, la princesa más clásica en cuanto a lo que a vestido se refiere, con un corazón enorme. Tres princesas con una personalidad fuerte y diferente que son igualmente adorables y divertidas.
En esta ocasión, toda la pandilla se verá inmersa en un nuevo colegio en el que, además de soportar (o disfrutar, según el personaje) las clases, tendrán que lidiar con sus nuevos compañeros y con más de un problema añadido, pues… alguien está robando cachorritos de dragón y nuestras chicas van a intentar detenerlo. Nos esperan momentos muy divertidos y más de un giro en la historia que nos sorprenderá.
Un libro infantil dirigido a niños de 6 a 12 años, pero que bien puede entretener a un lector juvenil o adulto. Me ha sorprendido la calidad del hilo argumental ya que el final tiene varios giros, incluso inesperado alguno de ellos, que en ocasiones se echan de menos en novelas enfocadas al sector adulto. Tenemos, pues, una trama muy conseguida que, junto a la viva personalidad de los personajes y a los diálogos y situaciones cómicas, conforman un libro fácil de leer y que mantiene al lector pegado a la historia y a sus páginas.
Las ilustraciones de Luján Fernández son sencillamente maravillosas. Es un nuevo concepto de libro, en el que la imagen cobra prácticamente el mismo protagonismo que las palabras y son muy bellas, tanto en su composición como con los colores vistosos. La técnica de innovación que más me ha gustado es la de intercalar alguna viñeta al estilo del cómic para dar mayor dinamismo a la parte de acción del libro.
Teniendo en cuenta la calidad de la historia, de la narrativa, de las ilustraciones y de la innovación, ya sería un candidato óptimo para recomendar, pero además, hay que sumarle las virtudes y valores que trabaja a lo largo de la historia: empatía, ayudar al que lo necesita, plantar cara a los abusones de patio, el trabajo en equipo… incluso algunos que me han llamado la atención, porque no suelen aparecer en los libros infantiles y están muy bien tratados en éste: la valentía de defender las propias convicciones por encima de la afectividad, o del qué dirán y el valor de la verdadera amistad que va mucho más allá de congeniar y llevarse estupendamente todo el tiempo, una amistad con peleas y reconciliaciones, que son las que la fortalecen.
Así pues, no puedo más que recomendar las divertidas aventuras de estas princesas que nos harán reír y también reflexionar sobre algunos aspectos clave de la vida. Es uno de esos libros que pueden disfrutarse tanto de niño como de adulto y es que su lectura supondrá una buena aventura para los pequeños y en la que los adultos podrán descubrir más de un pequeño “tesoro” escondido entre sus páginas… todo depende de los ojos con los que se lea. (Gloria Mª Martínez Tarazona, 29 de marzo de 2021)