Hay una España ignorada y sin autopistas, una tierra que solo emerge del olvido con motivo de una catástrofe, una obra pública mastodóntica o un crimen monstruoso. Y ese país merece una mirada que desvele su realidad y borre los tópicos. Alfonso Armada nos lleva por carreteras secundarias para acercarnos lo que parecía irremediablemente lejano.