Tras la lectura de este libro de Miguel Veyrat, hombre viejo y libre, atravesado por siglos de palabras, donde vive la más arcana tradición, una certeza asalta al lector. En este viaje a Poniente, en esta despedida, es mucho lo que queda: la huella de alguien que ha vivido “libre y señor de su luz”, fiel siempre a una palabra exacta y clara, transparente por no traicionarse nunca, hecha del fulgor luminoso del amanecer y la oscura claridad del ocaso. La oscura claridad de la palabra. Pues dice mundo con su mitad de sombra, con lo oculto que permanece en el poema. Y nos espera como pregunta o adivinación. Para que nos perdamos con ella. En él se encierra (y se nos abre) la dignidad de una vida, la pasión por la libertad, la herencia conquistada y la fe en la palabra poética. Es decir, lo que ha sido el vivir y la palabra de Miguel Veyrat. ANTONIO CRESPO MASSIEU