En cautiverio, el poeta facturó con austera ambición el registro de sus sentimientos y sus formas. Así en "El Fantasma", el endecasílabo pulcro encabalga la emoción auténtica que relata a un hombre en confesión consigo mismo. Díaz Mirón, escritor de virtudes poéticas y contradicciones humanas, pervive en la galería de los modernistas excepcionales.