Anne Sexton viajó hasta las profundidades de su quebradizo estado de ánimo para rescatar las perturbadoras imágenes que trascienden la experiencia personal, reflejando los traumas de la sociedad acomodada que le tocó vivir. Fue poeta, madre, esposa y mujer, y no siempre por ese orden. Sus poemas de amor cantan a la pulsión indomable, al deseo insatisfecho y socialmente reprimido. Sexton, ante su depresión, escribió con mano firme. Una mano que, como ella dijo en un poema, vive sobre toda América.