El coronel Hans von Luck participó en las principales campañas de la Segunda Guerra Mundial. Su unidad motorizada fue una de las primeras en cruzar la frontera polaca el 1 de septiembre de 1939. Desde ese día, y hasta su cautiverio en Rusia, estuvo presente en los principales escenarios en los que se libró la contienda. En la Batalla de Moscú, las campañas del Afrika Korps o el Desembarco de Normandía, Von Luck fue testigo de excepción del apogeo y el ocaso del Ejército alemán. Los recuerdos personales de este militar germano, amigo personal del mariscal Rommel, quedan plasmados en estas páginas. Su vívido testimonio supone una crónica excepcional, por su agilidad y la emoción que logra transmitir al lector, de la marcha de la guerra en los distintos frentes. No es de extrañar, por tanto, que estas memorias, aparecidas en 1989, se conviertan de inmediato en un clásico ineludible de la bibliografía de la Segunda Guerra Mundial.