Se trazan en este libro nuevas visiones sobre el primer Neruda, o el impacto de lo indígena en su obra, o la resemantización de la palabra España, o la poética del viaje, o la escritura final, o su visión de la ciudad, etc. para insistir en la profunda coherencia de la obra y en su universalidad. La síntesis propuesta consiste en volver a recordar, con un tono a veces personal, las causas de la universalidad de este poeta, que vivió un siglo con pasión, coherencia y con una de las escrituras más bellas de nuestra lengua. Es a ese Neruda, testigo del siglo XX, al que se le dedica este libro.