“Es su etapa más primaria, más anárquica y más suelta. Está llena de hallazgos narrativos, visuales y también humorísticos. Porque el humor del autor de Odio no necesariamente odia los objetivos y dianas de sus puyas, pero ciertamente no los respeta: no respeta nada, como debe hacer todo humorista de ambición y genio. Son malos tiempos para la cultura libre y Mundo idiota supone tal vez la aportación más libre de ese gigante de la sátira historietística de nuestros tiempos que es Peter Bagge. Y dado que nuestro mundo de hoy es idiota a más no poder… necesitamos más que nunca Mundo idiota.” (Hernán Migoya, en el prólogo a este libro)