Las Memorias de Mier están impregnadas de un sentimiento contradictorio de amor y odio, y en ellas aparecen España y los españoles como objeto de predilecto y el territorio natural de las sátiras más feroces del «dominico sabio, rebelde, inquieto y picarón» que todo lo ve y todo lo critica. Escritas en las cárceles de la Inquisición, sus páginas componen un fascinante, entretenimiento y asombroso libro de viajes, en los inicios del s. XIX, fruto de una mirada crítica y a veces despiadada y cruel sobre la realidad española de su tiempo. Esta obra es una denuncia, a veces sutil, pero también con frecuencia gruesa, de la injusticia, la corrupción y las miserias de una Corte imperial a la que considera de pacotilla y por ende incapaz de gobernar los dos mundos de la Hispania Católica Universal. Con los años, el dominico erudito y sabio, convertido por necesidad en pícaro malicioso, se transforma en el conspirador errante de una cusa noble: la Independencia de América. Se considera a Mier el primer ideólogo de la Independencia mexicana, en una época turbulenta y convulsa. En esta edición se incluyen escritos y textos menos conocidos, que completan su compleja personalidad. El cubano Reinaldo Arenas, en homenaje a Mier, escribió la apasionada fábula novelesca que tituló "El mundo alucinante de Fray Servando". Años atrás, a principio del siglo XX, Alfonso Reyes calificó los escritos de Mier como «cima de la literatura novohispana». Antonio Castro Leal afirmó que «recordaban a Quevedo». Es hora de que nos acerquemos a verificar y comprobar estos juicios.