El autor combina profundas reflexiones con un lenguaje que, en ocasiones, se vuelve tan vulgar como la depravación de algunos personajes. No obstante, una lectura medianamente atenta permite distinguir el porqué de algunas chabacanerías, chabacanerías con las que Madsen solo busca un fuerte contraste entre esferas sociales radicalmente opuestas. Así, quién se esconda bajo el seudónimo, hace que la frase "sin buenos lectores no son posibles los buenos libros" cobre sentido.
hace 9 años