Gotrek y Félix arriban a la costa meridional, de regreso al Viejo Mundo, y descubren que los orcos son dueños de la situación. Mientras el ejército del Imperio lucha desesperadamente, tierra adentro, para rechazar una invasión del Caos, el territorio queda desprotegido. Para cumplir un antiguo juramento, Gotrek consiente en ayudar a un príncipe enano a recuperar su fortaleza natal de manos de los invasores pieles verdes que la han tomado, pero, en las frías profundidades de las montañas, los intrépidos héroes encuentran más cosas de las que esperaban.