Félix Schlayer: cónsul de Noruega en el Madrid dominado por la revolución, aplastado por el Terror: uno de esos hombres que, cuando la humanidad se hunde, la salvan un poco del deshonor. Félix Schlayer: uno de esos hombres que, así, nos salvan de algún modo a todos. No sólo a los cientos que salvó físicamente del Terror —jugándose la vida, como tantos otros diplomáticos extranjeros se la jugaron también. Félix Schlayer: el primero que contó al mundo el horror de las persecuciones, de los asesinatos masivos, de las torturas de las checas en el Madrid de la revolución. Félix Schlayer: el primero que descubrió la matanza de Paracuellos de Jarama: unos cinco mil presos de diversas cárceles de Madrid asesinados a sangre fría en la mayor matanza colectiva de toda la guerra civil. El primero también que probó la implicación directa de Santiago Carrillo en la masacre. Félix Schlayer: ni una maldita placa celebra su gesta en la desmemoriada España que se llena la boca de “Memoria histórica”. Su testimonio, editado en alemán en 1938, ni siquiera había sido publicado nunca en español.