Tras convertirse en un fenómeno editorial con La suerte de los irlandeses, el guionista de Hollywood J. L. Rod regresa a las librerías con la segunda novela negra protagonizada por el carismático Pat MacMillan. En esta ocasión tiene que resolver un caso complejo y lleno de peligros en el atractivo mundo de las bodegas de Jerez de la Frontera.
Tras abandonar el CNI, MacMillan vive retirado en un pueblecito de la costa de Cádiz, consagrado a su huerto y sus perros, y se gana modestamente la vida con trabajos puntuales como investigador privado.
Todo es calma y placidez, o al menos lo parece, hasta que conoce a la exquisita y amabilísima señora Donnelly, matriarca de una de las grandes familias vinícolas de Andalucía, quien le encarga investigar la muerte de su hija Nora, salvajemente asesinada unos años atrás.