Un pueblo marcado por la violencia de la guerra es el trasfondo de esta novela que narra la historia de tres generaciones de una familia y su desesperado anhelo de sobrevivir a las atrocidades que los rodean. A través de la voz de Boi, un niño inocente que convive con bandidos y asesinos, Ferran Garcia sumerge al lector en una realidad sucia y lúgubre, hecha de sangre y miedo, donde cualquier gesto de humanidad se antoja una simple vela en la negrura de la barbarie. Con el bosque como escenario principal y en plena fuga, Boi desvela un antiguo secreto familiar que se remonta a las guerras carlistas, y que añade un nuevo horror a la danza macabra que siembra de muertos campos y aldeas.