Un libro que me sedujo desde su primera página, desde su frase inicial. Su lenguaje hermoso y sencillo a la vez, te atrapa en una fascinante magia, a lo que hay que sumarle el influjo que me produce siempre todo lo árabe. Te dejas llevar por entre sus callejuelas estrechas, donde impera una serena tranquilidad y te llenan los olores diversos, a especias, a cuero curtidos, a humanidad; donde se eleva la voz anónima del almuédano llamando a los fieles a cualquiera de las diversas oraciones, mientras los alminares se recortan en un cielo limpio, el murmullo lejano de la medina repleta de vida, donde el tiempo discurre desde una perspectiva diferente a nuestra cotidianidad, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Es un libro que me ha encantado.
hace 11 años