La alta comedia es en literatura algo así como un subgénero poco prestigiado y con tan poco público hoy en día como una comedia de Alfonso Paso. Será porque la ironía, la comicidad rampante y la crónica social subyacente tienen poco que hacer frente a vampiros, crónicas medievales y demás best-sellers actuales. Y sin embargo, cómo se agradece un poco de literatura amena e intrascendente que pueda merecer ese nombre: literatura. La tía Mame se inscribe en la misma línea que las novelas de Nancy Mitford sólo que aquí el contexto no es la alta sociedad inglesa de entreguerras, sino el Nueva York de Park Avenue en la primera mitad del siglo XX. Las andanzas de una tía tan rica como excéntrica enredada en la vida de su sobrino no son solo hilarantes sino que también son una ácida crítica social transversal que extiende sus tentáculos jocosos desde las universidades pijas de la Ivy League hasta el más rancio sur pre Guerra de Secesión. Si Patrick Dennis lo hubiera escrito unos años después lo habríamos llamado Nuevo Periodismo y seguramente Tom Wolffe habría tenido que buscarse otra ocupación. Muy recomendable. (Gloria Magro)
hace 14 años