Antes que nada debo felicitar a Lumen pues la campaña de mercadeo que hicieron para promocionar esta supuesta obra maestra fue bestial. Creo que la primera edición del libro se acabó solo con los regalos -que antes de que saliera a la venta- les hicieron a casi todos los que se ocupan de hacer reseñas en Instagram, sobre todo. es por ello que me cansé de leer por estos lares odas a la maestría de esta autora que se anunciaba como lo mejor de lo mejor. Una Patricia Highsmith española y que además escribió su opera prima en inglés, como si eso por sí solo fuese garantía suficiente de calidad. Y yo, tonta de mí, al leer la sinopsis y las opiniones de personas que en este mundo consideraba serias, caí de bruces a leerlo.
Se nos vendió esta novelita como “terror psicológico”, pero les puedo decir que en sus páginas no pasa absolutamente nada, hasta prácticamente el final cuando la señora March hace algo en un supuesto frenesí psicótico, digo supuesto por lo pobremente escenificado.
La historia va de una señora, nuestra heroína (ja,ja,ja) que es la esposa de George March, un escritor de renombre. Es una ricachona (no mucho) que vive en el Upper East Side neoyorkino . Este autor está saboreando el éxito de su última novela y su esposa está feliz por ello (todo lo feliz que puede estar un personaje de lo más superficial y mal delineado). Sin embargo, un día alguien le dice a nuestra señora March que cree que el personaje principal de la susodicha novela está inspirado en ella y ahí, bum! Se le vuelan los tapones, pierde la chaveta o como sea que se diga en sus países. Al parecer la mencionada protagonista es una mujer desagradable y prostituta para más inri. Su paranoia empieza a crecer y aquí es donde nos damos cuenta que para escribir algo así y que de verdad te salga bien, tienes que ser como mínimo Daphne de Maurier.
No niego que la “idea” es buena, pero se requiere maestría para ejecutarla bien. Esta historia es floja por todos lados. En primer lugar, está la propia protagonista, con obvios problemas mentales pero llena de todos los clichés de película de domingos por la tarde. Escenas totalmente sin sentido, como una en la que se ve a sí misma en la ventana de un edificio vecino. Se supone que eso te tiene que dar miedo, o infundirte cierta desazón pero lo que da es un poco de risa. El esposo, por su parte, pues si no me dicen que es humano pensaría que es un robot. Totalmente plano. No hay la más mínima construcción del personaje. Y lo mismo pasa con el hijo de ambos. Además, tenemos personajes que actúan como auténticas pistolas de Chejov (como la vecina), les da cancha pero al final son totalmente prescindibles.
Revisando la página de la editorial leo: “Virginia Feito ha creado un personaje inolvidable y una trama de una diabólica complejidad. Esta novela deja una huella imborrable en el lector. Yo espero ya con auténtica ansia su siguiente libro.» Isabel Coixet dixit . Casi me ocurre un accidente de tanto reírme con esto. La huella imborrable que dejó en mí es que ahora voy a agarrar con pinzas las reseñas que leo por ahí , sobre todo cuando son pagadas.
Mi puntuación es de 1 estrella. Más que para la autora, para la traductora. No debe ser fácil tener que leer esto en inglés y tratar de darle una forma decente en castellano.
Algunos dirán que me estoy ensañando, pero es que definitivamente al hacer un trabajo tan grande de mercadeo, creas expectativas que en este caso son extremadamente difíciles de llenar.
hace 2 años
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