En el año 1.947 dos grandes y emergentes compañías discográficas, con el auspicio de sus respectivos gobiernos, emprendieron lo que dieron en llamar Proyecto Babel. Con medio mundo aún recuperándose de las enormes heridas de la guerra, el proyecto perseguía encontrar los efectos psicológicos de las nuevas músicas en los doloridos cerebros de la gente. En concreto, los estudios psicológicos cognitivos sobre la representación auditiva y sus códigos, la percepción melódica y la interpretación musical cualificada. Durante casi cuarenta años se hicieron cientos de pruebas con individuos, estudiantes en su mayoría, para definir los parámetros exactos de la reacción humana ante la música. Todo esto derivó en un informe llamado: “Emotional parameters inside time and phisical harmony”. En él se definían una serie de funciones que permitían saber de antemano cual sería la reacción emocional del individuo ante todo tipo de música; además de cómo afectaría a su vida, a su pensamiento, o a su relaciones sociales por ejemplo. En 1986 el proyecto Babel fue clausurado tras un accidente en un experimento. Veinte años después, Luis Socola, director técnico de la fundación Babel y sacerdote en el Vaticano muere en un accidente en Roma tras haber enviado una carta. Su hermanastro, inspector de la policía judicial española apodado el lince por su eficacia, emprende una investigación, pues no está convencido de que la muerte de Socola haya sido fortuita. Laura Gallego, una brillante psicóloga que ejerce en los hospitales Virgen del Rocio de Sevilla, recibe una carta anónima. Al abrirla descubre otro sobre en su interior dirigido a un misterioso Démanel. A partir de ese momento empezaran a ocurrir una serie de acontecimientos en su vida que la llevaran a emprender una desesperada búsqueda. Poco a poco, todos se ven inmersos en una enorme trama de descomunales proporciones que viene desarrollándose desde hace siglos, en la que están implicados poderes políticos, económicos y religiosos. . Y como gran protagonista de todo, la música, que con su enigmático significado, capaz de mover las más profundas emociones del hombre, se erige como la única vía posible de comunicación universal, y como un arma devastadora que muchos han intentado controlar desde hace cientos de años. Siguiendo los pasos de grandes genios como Mozart, Schumann, Pink Floyd, o King Crimson, intentarán descubrir unas respuestas que podrían condicionar incluso la propia evolución humana.