De niña me chocó mucho que la madre de Loella tenga que dejarla sola para ir a trabajar a un barco y ella, con sólo 12 años, se ocupe de la casa y los dos hermanitos hasta que llegan las personas que los cuidarán. Muy interesantes las experiencias de Loella en el internado, lo que aprende y lo que sueña, y muy tierna su relación con el espantapájaros. Lo sigo leyendo con mucho gusto.
hace 9 años