Por fin un Laymon contenido, alejado en alguna medida del vórtice sanguinolento total que recorre el 85% de todas sus novelas. Aquí tenemos un guión, unos personajes curiosos y un recorrido de tensión que merece la pena recorrer en la penumbra de la noche y ya no tanto bajo la sombrilla estival. Un giro vampiresco más, pero esta vez por el camino correcto. Es y será su mejor novela.
hace 10 años