La guerra civil pudo evitarse, como asegura Santiago Carrillo, pero la arena política sigue cargada de una tensión que, lejos de suavizarse, aumenta con cada legislatura. Para hallar el origen de esta crispación y el modo de evitarla, Carrillo analiza épocas clave de las que él ha sido testigo directo: la Segunda República, la Transición democrática y la situación actual, y concluye que se debe a que estamos intentando resolver problemas que otros países resolvieron hace dos siglos. ¿Se cierne sobre nosotros la sombra de las dos Españas? Con la capacidad para tejer un discurso que le hizo famoso como parlamentario, el autor responde a esta pregunta y ofrece un estudio político de primer orden sobre una cuestión que sigue preocupando después de casi un siglo.