En este libro se documenta la extraordinaria fuerza de una campaña secreta en la que algunos de los más destacados exponentes de la libertad intelectual en el mundo occidental fueron instrumentos -lo supiesen o no, les gustase o no- de los servicios secretos estadounidenses. Frances Stonor Saunders demuestra en esta historia apasionante y fácil de leer cómo la CIA logró infiltrarse en todos los nichos de la cultura.