Cuando entréis a La casa entre los cactus os encontraréis con un bonito hogar en el que vive un matrimonio con sus hijas. Al asomaros por la ventana veréis el desierto, los cactus en flor y la paz de vivir en un lugar tan aislado de la civilización. Todo es muy idílico, ¿verdad? Pues esa estampa cambiará con la llegada de un excursionista que busca refugio por unas horas. Paul Pen nos sumerge una vez más en un thriller subyugante. Esa casa en medio del desierto se convierte, con la llegada de Rick, en una bomba de relojería que sabes que va a estallar pero no imaginas cómo o cuándo… Cada personaje tiene una personalidad muy marcada. Los padres son un matrimonio perfecto que se quiere con locura muchos años después de conocerse y las hijas son muy diferentes entre sí: Iris sueña con encontrar el amor perfecto de las novelas que la encanta leer, Melissa expresa sus sentimientos con dibujos en lugar de palabras, y las pequeñas convierten cada pequeña tarea en una gran aventura. El personaje que más me ha impresionado es Melissa. Es, con diferencia, el más complejo de la toda la historia. Su soledad atraviesa las páginas para impactarte de lleno porque aunque quiere a su familia, se siente tan desarraigada que los cactus son sus únicos confidentes. Una historia de mentiras, engaños y sueños rotos que os mantendrá en tensión de principio a fin. (Ana García, 14 de agosto de 2017)
hace 7 años