Si tengo que resumir este libro en una palabra, esa palabra seria 'inquietante'. Llegué a este libro de casualidad, creo que no tiene una buena difusión y es una lástima porque es tremendamente bueno. Desde el primer cuento me atrapó, Lamberti tiene una forma de escribir que transmite un miedo, una incomodidad, una asfixia que es maravillosa, que he podido sentir con pocos autores, de alguna forma me recuerda a Samanta Schweblin, en la forma de escribir y de armar las tramas (otra tremenda escritora). Un libro que se lee muy fácil y que deja una buena sensación al cerrarlo, realmente muy recomendado.
hace 4 años