Una historia encantadora que me mantuvo atrapada desde la primera página hasta la última. A pesar de lo corta que es, la autora no desperdicia ni una sola palabra, y todo se contextualiza y fluye tan bien que se siente que no falta absolutamente nada para disfrutarla (bueno, quizá sí me hubiera gustado un epílogo). Como el conflicto principal se produce a raíz de una situación bastante confusa, lo normal que uno esperaría encontrar es una seguidilla de malentendidos en la pareja protagonista hasta que finalmente todo se resuelva, pero no, la autora nos sorprende con personajes adorables, que no le dan la espalda a lo que están comenzando a sentir, mientras intentan averiguar qué pasó aquella noche de la que no recuerdan nada. Realmente es un toque de frescura ante tanta relación conflictiva que es normal encontrar en las novelas de este género. Mi enhorabuena a la autora.