Cada libro guarda una historia propia, una historia que, según las circunstancias, puede ser peligrosa o parecer una amenaza para según quién la lee.
Esta es la historia de todos aquellos libros que, en el momento más crítico de nuestra historia reciente, fueron salvados de las llamas y ahora tienen el reconocimiento que se merecen.
Tina, una muchacha que apenas conoce más mundo que su pueblo y sus habitantes, se traslada a Madrid para iniciar sus estudios universitarios en letras. En pleno Madrid de los años 30, una vorágine de sucesos y personas se presentan ante Tina, quién descubrirá que su amor por los libros es vocacional y empezará a trabajar en la Biblioteca Nacional. Cuando la Guerra Civil estalla, sus labores como bibliotecaria se verán interrumpidas para poder salvar el patrimonio nacional del expolio, del desastre y de un misterioso desconocido que parece tener tanto interés como ella en los libros, aunque quizá precisamente no para salvarlos.
La adictiva narrativa de María Zaragoza nos traslada al epicentro de la vida cultural de Madrid, de la mano de una protagonista activa y con una personalidad arrolladora, quién nos dará a conocer a intelectuales de la época de la talla de Rafael Alberti, María Teresa León o Federico García Lorca.
Con un trasfondo y mensaje claramente en defensa del derecho de la mujer al trabajo y a su propia vida, La biblioteca de fuego es un claro manifiesto a favor de la difusión cultural y del amor por la lectura de cualquier tipo, al margen de los ideales políticos. Se trata de la vida de unos compañeros silenciosos a través de la voz de nuestros abuelos y bisabuelos. Se trata de la vida misma contada de diferente manera. Se trata de un relato vital y con mucha fuerza que nos aportará una visión adicional de nuestra historia. (Diana Arrufat Horcajuelo, 10 de enero de 2023)