El personaje que da nombre a esta novela –primera del ciclo titulado Memorias de un médico que Dumas consagró a la Revolución francesa- no es otro que el célebre aventurero y adivino conocido como conde Cagliostro. Enmarcada en los años que median entre la llegada de María Antonieta a Francia y la muerte de Luis XV (1770-1774), Joseph Balsamo (1846-1848) constituye un retato vivo, trepidante, a la altura de la mejores obras de su autor. Dumas teje una intriga densa en la que tie-nen un papel destacado personajes históricos como madame Du Barry, Richelieu, el cardenal de Rohan o el propio Rousseau. Balsamo experto en magia y magnetismo, acompañado por el siniestro alquimista Althotas, encabeza una sociedad secreta cuya finalidad es derrocar las monarquías e instaurar un gobierno basado en la soberanía popular. En la corte de Luis XV – un monarca libertino y pusilánime- se vive un clima de corrupción que desembocará en la Revolución. Y en el centro de esta vorágine asistimos a las aventuras de personajes como Andrée de Taverney –víctima inocente de los manejos cortesanos- o Gilbert, el chico del pueblo enamorado de quien no debe, cuya existencia se verá trans-formada por las enseñanzas de Rousseau.Joseph Balsamo es una novela de dimensiones colosales: la fatalidad, el amor no correspondido, el ocultismo, la política, la filosofía, componen un apasionante fresco histórico salpicado de sacrificios y traiciones. A su término, el encuentro entre Marat y Rousseau, que esperan juntos el anuncio de la muerte del rey, parece preludiar el advenimiento de una nueva era.