La Edad Media, con todo su misticismo, enfrentamientos entre reinos, órdenes de caballeros y reyes déspotas y ambiciosos, es el marco en el que Julia de la Fuente encuadra su novela.
En este caso, la protagonista no es ningún caballero en busca del Santo Grial, si no la joven heredera de un rico reino.
Dana de Bennett es la futura soberana de Bennett, rico y codiciado por el soberano de Deimos, Econd el feroz, conocido por su despotismo y su crueldad. Tal es la ambición que le consume, que decide orquestar el secuestro de Dana por sus hombres y por su hijo Erik.
Sin embargo, Econd no cuenta con que Erik, al cual teme en lo más profundo de su corazón por un oscuro motivo, llegue a desarrollar un mutuo interés y entendimiento con Dana. No cuenta con el ansia de venganza de Dana ni el despreciable secreto que atormenta a Aridano, tío de Dana, y que marcará todo el rumbo de la guerra entre los dos reinos.
El argumento ya nos puede sonar a otras novelas u obras cinematográficas, sobre todo cuando la novela evoluciona y podemos ver el desarrollo psicológico de los protagonistas. A pesar de que su trama shakespeareana puede resultar ya algo trillada y los diálogos de sus personajes más jóvenes poco naturales para con su edad, la novela posee todos los elementos de una novela de aventuras medieval.
Heredera de Plata es una obra que nos habla de cómo la ambición de los reyes puede desembocar en sangrientas guerras en las que al final, los que más sufren son, como suele suceder, los más desfavorecidos y la gente de a pie.
Desde un enfoque plausible, aunque con un desenlace un tanto increíble, la autora nos presenta una novela de intrigas palaciegas donde nadie es quien parece ser y la única capaz de conseguir la paz de los reinos es la joven Dana.
Novela recomendable si el lector busca una historia ligera de aventuras con una trama poco enrevesada y amor poco edulcorado. Diana Arrufat Horcajuelo (3 de septiembre de 2021)