New York no da tregua a Mitchell Hundred. Una vez superados los 100 primeros días de su mandato como alcalde, debe afrontar una huelga en el transporte, sortear la resistencia a las becas escolares y vencer la oposición a los matrimonios homosexuales. Frente a estos problemas de índole municipal se impone en su agenda un asunto de orden policial: la aparición de un misterioso grafiti que se relaciona con su pasado y que despierta en quien lo contempla un furor homicida.