Ciertamente dice muchas verdades innegables este libro sobre ese monumento faraónico que la chusca megalomanía del dictador Francisco Franco logro construir con el sudor y la vida de muchas de sus victimas en un país que, por otro lado, se moría de hambre con el beneplácito de la Iglesia. El problema, del libro, por lo menos para los que nos gusta la historia, es que su autor no tiene la necesaria imparcialidad para afrontar un tema histórico (porque si, esto es ya historia aunque muchos lo quieran resucitar eternamente) con frialdad y dejando las pasiones personales de lado. En definitiva, un libro sobre un tema histórico interesante que se ve lastrado por la desmesurada implicación ideológica y sentimental de su autor.
hace 8 años