Alex Woods sabe que el principio de su vida no ha sido muy normal. También sabe que lo más improbable puede suceder, como que un meteorito te caiga en la cabeza. Lo que aún ignora es que su amistad con el viejo y gruñón señor Peterson le llevará a vivir una gran aventura. A los diecisiete años, Alex es detenido en la frontera de Dover, con 113 gramos de marihuana en la guantera y una urna llena de cenizas en el asiento del copiloto, mientras el país entero le persigue. Pero, aunque parezca una locura, tiene bastante claro que ha hecho lo que debía…