No me gustó mucho
hace 13 añosEn Camboya, algunos padres venden a sus hijos a la edad de cinco o seis años por unos cientos de euros. En los burdeles, las jovencitas se prostituyen por quinientos rieles (quince céntimos de euro), una suma de dinero que va a parar íntegramente a las manos de los proxenetas o de la mama-san, la madame. Somaly Mam, de treinta y cuatro años de edad nos ofrece un testimonio acerca de las torturas en los prostíbulos y cuenta con emoción el destino trágico de esas niñas. Para luchar contra este tráfico humano, Somaly Mam, junto con su marido Pierre Legros, creó en 1997 en Camboya la asociación Afesip (actuar en beneficio de las mujeres en situación de precariedad), una ONG con vocación internacional que se ha extendido en Tailandia, Vietnam y Laos y que tiene por objetivos el rescate y la reinserción social de las mujeres condenadas a la esclavitud sexual. A pesar de las amenazas y represalias que la asedian ha conseguido ayudar a miles de niñas y adolescentes obligadas a prostituirse.
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hace 13 años