Para Eduardo, príncipe del reino de Marimor, en la batalla hay algo aun más importante que la victoria, la humillación del rival. Postrado en el lecho de muerte de su padre, éste se verá ante la perspectiva de heredar el trono y asumir el liderazgo de su pueblo. Pero la derrota en la batalla y el fracaso amoroso le obligarán a replantearse sus valores y su actitud ante los demás. A través de una cautivadora narración que acontece en el medievo, Juanma Roca construye una fábula sobre la importancia de valores como la humildad, el respeto y la prudencia y que nos permite comprender cuáles son los perjuicios de la avaricia y la soberbia.