Quien escribió este libro en el siglo XVII debió ser, además de un genio, un maravilloso mago, porque el libro es por encima de todo un truco genial para ilusionar no sólo a los niños, sino a todos nosotros también. Aunque no pudiera ver su obra editada, es seguro que descansará feliz esté donde esté, comprobando cómo su genial creación hace felices a todos los que la adquirimos ahora muchos años después. Sinceramente opino que, aún con sus pequeñas imperfecciones, lógicas e inevitables debido a la complejidad de su sistema de escritura, no ha existido nunca otro libro de cuentos tan original, creativo y fantástico como este, y puedo atestiguar, ya que lo tengo y lo uso cada noche con mis dos hijos pequeños, que es una de las mejores compras que he hecho para ellos en todos los sentidos. Una sensacional obra de arte llena de inteligencia, imaginación y fantasía, y por supuesto totalmente recomendable para quien tenga hijos de corta edad. Sebastián P.
hace 15 años
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