Calpurnia Virginia Tate (Callie Vee) es, a sus trece años, una chica independiente, de personalidad fuerte, sociable, ávida de conocimiento, especialmente por lo que se refiere a la ciencia y los animales. Hasta aquí su vida es bastante corriente, lo asombroso es que su sed de aprendizaje se desarrolla en un contexto improbable, por no decir hostil. Calpurnia vive en un pequeño pueblo de Texas, al sur de los Estados Unidos, con su numerosa familia, los progenitores, sus cinco hermanos y el abuelo, con el que comparte el gusto por la ciencia. El mayor inconveniente es que Calpurnia pertenece a una época en la que no había costumbre de ver a una mujer que sobresaliera en sus tareas, más allá del hogar. En esta segunda entrega de las “aventuras” de Calpurnia, esta nos relatará, además de sus diversas inquietudes científicas, los periplos de la familia durante el cambio de siglo (la historia se circunscribe entre las navidades de 1899 y prosigue durante el año 1900, más o menos). Durante el relato Calpurnia nos da a conocer algunas curiosidades, pero sobre todo el lector será participe de sus complicidades con Travis, su hermano de 12 años, amante incorregible de los animales. Además de su familia, en este volumen conoceremos a su prima Agatha (Aggie), al doctor Pritzker, que se establece como el veterinario de la localidad, y otros habitantes del entorno que de una manera u otra enriquecen o confrontan el universo de Calpurnia. Es una lectura entrañable, amena y sencilla, recomendable para público temprano o los que se inicien en el hábito de la lectura a cualquier edad. (Dolors Martínez, 15 de febrero de 2016)
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