Étienne de La Boétie (1530-1563) ofrece en su Discurso de la servidumbre voluntaria una reflexión esencial sobre los resortes que hacen posible la dominación. Ajeno a la intención clásica de fundamentar y legitimar algún tipo de orden político o forma de gobierno, la fuerza del Discurso está en su descubrimiento de esa inmensa paradoja en que consiste el concepto de «servidumbre voluntaria»: la irresoluble tensión entre la natural libertad del hombre y su inquebrantable voluntad de someterse a un amo. La elucidación emprendida por La Boétie de este «concepto inconcebible» arroja una luz nueva sobre la naturaleza de todo fenómeno de orden político.