El manuscrito original del Diario filosófico está formado por un conjunto de 28 cuadernos que se creían perdidos. No se trata de un diario íntmo; las anotaciones que Hannah Arendt realizó en ellos durante 23 años, entre 1950 y 1973, constituyen más bien un diario de trabajo. Con él, el lector se adentra en el taller del filósofo para asistir a la urdimbre de su pensamiento, a través de sus lecturas y sus reflexiones, en forma de resúmenes o comentarios, aforismos o poemas escritos en alemán y español.