Siempre es interesante conocer la historia narrada por aquellos que estuvieron en primera línea del protagonismo, como es el caso. Speer estuvo muchos años en Spandau y para lo bueno y lo malo, construyó una historia muy completa. Lo negativo es que la usó para presentar su imagen de tecnócrata ajeno al holocausto, que le sirvió toda su vida, desde Nuremberg. Lo positivo es que el resto del relato de sus memorias son retratos con una calidad histórica insuperable de lo que fue la Alemania nazi. Muy recomendable.
hace 4 años